MEDITACIÓN - ENSEÑANZAS Y PRÁCTICA

A veces, se confunde la meditación con otras actividades. La meditación no es simplemente relajar el cuerpo y la mente, ni es sentarse en posición vajra con la espalda recta, tampoco es un estado de concentración como el que podemos tener cuando pintamos  o leemos. La meditación es una actividad mental. 

La palabra tibetana para meditación es gom, que procede de la misma raíz verbal que "acostumbrar" o "familiarizar". La meditación significa acostumbrarnos a emociones y actitudes constructivas, realistas y beneficiosas. Crea buenos hábitos para la mente. Se utiliza para transformar nuestras actitudes con el fin de hacerlas más compasivas.

Al construir buenos hábitos mentales, nuestro comportamiento en la vida va cambiando gradualmente. Nuestra ira disminuye, y estamos menos inquiet@s e insatisfech@s. Son unos resultados de la meditación que podemos experimentar de forma inmediata. Pero siempre debemos intentar tener una motivación más amplia, más allá de nuestra propia felicidad actual. Si nuestra motivación para meditar es hacer preparativos para vidas futuras, conseguir liberarnos del sufrimiento y ayudar a todos los seres entonces, de forma natural, nuestra mente también gozará de paz.