Enseñanzas de Lo Dyong

El origen de las enseñanzas de Lo Djong o entrenamiento de la mente en siete puntos se sitúa en el maestro Atisha Dipamkara Srigñana (980 - 1054).

En 1042 el traductor Rinchen Sangpo persuadió Dipankara Atisha para ir al Tíbet. Éste evaluó rápidamente las dificultades con las cuales se enfrentaba el budismo tras la tentativa de destrucción que había llevado a cabo un siglo antes el rey Lang Darma. Trabajó intensamente en el establecimiento de una comprensión correcta de la práctica espiritual, enseñando la síntesis de tres Linajes del budismo indio. La Filosofía Profunda iniciada por Buda Sakyamuni y continuada por Nagarjuna, bajo la inspiración del Bodhisatva Manjugosha, el Linaje de La Gran Actividad también surgida de Buda Sakyamuni y retomada por Asanga bajo la inspiración del Bodhisatva Maitreya; y el linaje de la Práctica y de la Gracia Inspirada, surgida de Buda Vajradhara y transmitida por Tilopa.

La presentación de Atisha se asienta particularmente sobre el papel esencial del Refugio y de la Bodhichitta. Su insistencia sobre la Toma de Refugio como base
de toda práctica del Dharma le valió el apodo de “El Erudito del Refugio”. Anteriormente, Atisha había tenido muchas visiones y experiencias que le indicaron la necesidad de la Bodhichitta para realizar la budeidad. Realizó un largo viaje por Indonesia, donde se encontró con Serlingpa, de quien recibió numerosas enseñanzas sobre este tema. Serlingpa le enseñó la técnica sobre el “Adiestramiento mental”, sistema de práctica en el cual nuestro modo de pensar y de considerar las situaciones en la vida de todos los días, es sistemáticamente modificado para reflejar lo que un Bodhisatva puede apreciar en las mismas situaciones.

Atisha transmitió estas enseñanzas a su discípulo más cercano Dromtön Rinpoche (1005-1064), el fundador de la Escuela Kadampa. Al comienzo estas enseñanzas no se propagaron demasiado, hasta que gracias a Chekaua Yeshe Dorje (1102-1176) se conocieron ampliamente. Chekaua tomó contacto con dichas enseñanzas de una manera casi accidental. Visitando a un amigo, detuvo su mirada sobre un libro abierto al azar y leyó la frase siguiente: “Dejad la victoria a los demás y tomad sobre vosotros la derrota”. Intrigado por esta idea poco familiar, quiso saber quién era su autor. Supo que se trataba de Lang Ri Tangpa y que la frase formaba parte de “Las Ocho Estancias del Adiestramiento mental”. Aunque este Maestro ya había fallecido, Chekaua pudo encontrarse con Sharaua, otro maestro Kadampa que también había recibido esa transmisión y podía, a su vez, enseñársela. Durante doce años estudió y practicó el adiestramiento mental y lo resumió en el método de “Los Siete Puntos del Adiestramiento mental”.